A flor de piel
Como veis, ya empiezo a mantener cierta frecuencia a la hora de publicar los textos, espero que este último sea de vuestro agrado pese a que sea más bien cortito.
El viento es el más poderoso de los elementos, el único capaz de hacer florecer los pensamientos que uno guarda con recelo. No importa con cuanta fuerza los intentes ocultar, él tiene el don de sonsacarlos y guardarlos o mostrarlos donde cualquiera los pueda ver.
No lo subestimes, ayer mismo lo ví actuar, empezó con furia a agitar las páginas de tus sentimientos, esos que guardas tan adentro. Ellos se resistían, no querían ceder, él doblegaba a los punzantes límites del papiro que ya nada podían hacer. Una mano invisible los pasaba con prisa, indecisa, marchaba adelante y atrás, luego se detenía. Y yo..., yo mientras tanto leía una palabra de amor reflejada en tu sonrisa mientras vislumbraba un sincero cielo azul. Segundos después en mi oído susurrabas lo que ya conocía.
El viento es el más poderoso de los elementos, el único capaz de hacer florecer los pensamientos que uno guarda con recelo. No importa con cuanta fuerza los intentes ocultar, él tiene el don de sonsacarlos y guardarlos o mostrarlos donde cualquiera los pueda ver.
No lo subestimes, ayer mismo lo ví actuar, empezó con furia a agitar las páginas de tus sentimientos, esos que guardas tan adentro. Ellos se resistían, no querían ceder, él doblegaba a los punzantes límites del papiro que ya nada podían hacer. Una mano invisible los pasaba con prisa, indecisa, marchaba adelante y atrás, luego se detenía. Y yo..., yo mientras tanto leía una palabra de amor reflejada en tu sonrisa mientras vislumbraba un sincero cielo azul. Segundos después en mi oído susurrabas lo que ya conocía.
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