jueves, julio 27, 2006

Perdón

Pido disculpas por los textos no escritos durante este fin de semana, pero he estado en la euskal party, una feria de informática y no he tenido mucho tiempo para dedicar al blog y dudo que disponga de ello hasta la semana próxima, pues tengo mucho sueño que recuperar y tareas que hacer.



viernes, julio 21, 2006

Sin título

Hace ya mucho que escribí esto que os presento, es una vieja poesía que por alguna razón me gusta mucho, espero que a vosotros también.




Tranquilamente, sentado,
puedo llegar a permanecer
esperando a que se abra
la puerta una y otra vez.

Sombras pasan ante mis ojos,
confusas, solubles al aire,
mientras borro los recuerdos
de las lágrimas en mi piel.

El sol va desapareciendo
bajo arrugadas sábanas
que de rojo va tiñendo
lo que añil una vez fue.

Y yo sigo aguardando
a que tras esta niebla,
la que me tiene cegado,
aparezcas al anochecer.

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miércoles, julio 19, 2006

Negros borrones

Puntual como hasta la fecha (que fácil es decir esto tras dos semanas escribiendo en este blog) os dejo un nuevo texto.


Intento vislumbrar aquel momento y no lo puedo ver, intento retroceder al pasado del que provengo, ese cumulo de recuerdos que algún día olvidaré. Busco entre las montañas de papeles que se acumulan con el paso del tiempo y leo, finalmente encuentro lo que buscaba. Es un viejo folio ennegrecido, apenas si puedo leer lo que dice, las letras están ocultas bajo borrones negros, como si alguien hubiese pasado el dedo sobre ellas cuando la tinta permanecía fresca. Unas pocas letras se han salvado de ese terrorífico mal, algunas aun permanecen unidas formando palabras, la mayoría se encuentra perdida en un laberinto.

Veo una marchita "A", un poco más adelante una "s" le gana la carrera, algunas filas más abajo la palabra "peso" se encuentra rendida por la gran carga que se ve obligada a acarrear sobre su espalda, sobre su cabeza se eleva el sustantivo "alas" hasta el cielo. Todas ellas separadas pero unidas, alejadas por el daño que el tiempo les ha causado, al lado unas de otras en los borrosos recuerdos de mi cabeza.

Tras bañar la pluma en el tintero me dispongo a crear nuevamente esa historia. Poco a poco, como si de un difícil crucigrama se tratara, completo una horizontal, les doy sentido a los borrones, recuerdo lo sucedido, invento las letras que algún día extravié en el largo camino de la vida. Tras horas de trabajo consigo leer lo que antes tan solo era un negro borrón, ya lo veo como si hubiese sucedido ayer.


SOBRE EL TEXTO

Ya sé que puede resultar un poco atrevido el tratar a la memoria como lo hago aquí, comparándola con una hoja borrosa, pero me vino la idea a la cabeza mientras intentaba recordar un par de cosas y no pude evitar escribirlo.

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lunes, julio 17, 2006

Día soleado

Creo que a muy pocos les puede extrañar un texto como este en esta época del año, pues solo entonces solemos plantearnos asuntos como el que describo en el mismo.


El ardiente sol nos observa minuciosamente desde su trono, su llameante corona dorada es el calor de nuestro marchito planeta, sus brillantes manos imparten la clara ley de la luz. Todos vivimos a su merced, esperándolo cada día para que haga florecer nuestras rosas y acompañarnos con su grata visita. Pese a esa necesidad, la espera pasa inadvertida, no nos damos cuenta de que lo aguardamos, es algo tan sumamente normal como levantarse cada mañana o caminar hacia la cocina para prepararnos el desayuno.

Su impasible mirada es la máscara que oculta su risa, una sonrisa creada por la ignorancia del hombre que vive feliz con la falsa bondad de nuestro rey. Sus macabros planes no son sino un castigo por un mal cuidado de lo que él nos ha otorgado, un encarcelamiento sin barrotes que nos retengan, una simple prisión sin paredes. Nos hemos condenado sin ser conscientes de ello, en el día de hoy no hacemos más que sentir levemente lo que se nos ha deparado. Nuestro monarca no ha comenzado siquiera a reclamar los bochornosos impuestos atrasados en forma de calor sofocante.


SOBRE EL TEXTO

me encontraba pensando que escribir para publicar hoy en el blog, pues no me apetecía usar uno de mis viejos textos, y visto el calor que sufrimos últimamente no he visto la posibilidad de escribir sobre otro tema.

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sábado, julio 15, 2006

Amor...

Regresando un poco a la poesía, o como cada cual prefiera llamar a esto que escribo versificando, os presento estas tres estrofas que hice hace cosa de un mes y las cuales solo han tenido ocasión de leerlas dos personas.

Amo por que soy hombre,
soy un siervo de ese arte
que hipnotiza sin mirarlo,
cautiva al que lo siente,
atrae al que lo padece.

Amo por que soy débil,
me hundo en las aguas
de mis sentimientos,
me ahogo y no lo siento,
me tragan esos momentos.

Amo a mis amigos,
ellos me iluminan el camino
que ciegan los bandidos,
me dan un abrazo,
sin ellos estaría perdido.


SOBRE EL TEXTO No tengo mucho que contar sobre cuando escribí esto, simplemente que un buen día mientras escribía un correo a una buena amiga me vino esta inspiración, y se lo puse tal cual en el mismo.


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jueves, julio 13, 2006

Destino

Tras él se extiende un largo camino, una calzada de dura roca pulida que se pierde en el infinito. Se para en seco, frente a él no hay una guía que seguir, una luz que lo ilumine, un lugar por el que andar. Solo la nada se eleva frente a él, como si de una hoja en blanco que espera a ser escrita con ligeros movimientos de pluma se tratase.

Mira por encima de su hombro y observa detenidamente la carretera de piedra caliza que ha construido; lisa como el asfalto, dura como el acero, extensa como la vida misma. Se sienta suavemente sobre el suelo, en la misma frontera entre lo andando y lo que aun queda por andar. Fijando su vista en lo primero comienza a recordar. Por sus ojos desfilan fotogramas de sucesos ya pasados, de lugares ya inexistentes, de momentos solo presentes en sus recuerdos.

Un gesto de satisfacción recorre su cara en forma de lágrima, una gota salada que se desplaza suavemente desde sus ojos hasta el corazón. Se levanta nuevamente, dando media vuelta comienza a caminar creando con cada uno de sus pasos un instante de su vida.


SOBRE EL TEXTO

No creo en el destino, pienso que cada cual hace su propio destino, es por ello que he decidido escribir este corto texto.

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martes, julio 11, 2006

Bosque

Ya se que el soso título de este texto puede acarrear que muchos piensen que se trata de algo muy simple, pero si tiene ese título es simplemente por que mi inspiración se terminó con la propia descripción que escribí


Los sangrientos rayos del sol se abren camino entre las ramas de los árboles, se hacen un hueco en la impasible oscuridad que se niega a ceder. El eco del viento mueve las ramas, hacen del bosque una pista de baile improvisada. Los colores cambian sin cesar, rojo, verde, amarillo, oscuridad, el resto solo negra oscuridad.

Las hojas tiñen de sangre el suelo a la orden de un general que permanece invisible. Se asustan por el temor que les produce esa voz, después caen suavemente, se arrodillan, se dejan pisar. El cielo comienza a llorar, no soporta el mal que se ha causado, las vidas que se han terminado, el oxido del lago que se ha creado.


Sobre los árboles se crea una espesa cortina de agua, un translúcido muro que se arrodilla desde el cielo. En el bosque todo permanece igual, solo unas pocas lágrimas se abren paso hasta el suelo, solo unas pocas saborean el metálico sabor que cubre el suelo, solo unas pocas descubren el porque de su breve existencia.


SOBRE EL TEXTO

Esta descripción no la hice en ningun aula, simplemente un buen día me senté ante un folio en blanco con un lapiz bien afilado y una goma de borrar al alcance de mi mano .

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domingo, julio 09, 2006

Multitud

Dejando a un lado la poesía, presento otro de esos textos cortos que tienen una larga historia que contar. Una historia muy común pero poco apreciada por la mayoría, pues pasa ante nosotros sin que lo percibamos siquiera. Espero sea de vuestro agrado.


Solo, solo entre la unánime multitud que lo rodea. Sin nadie que se fije en el, sintiendo que las miradas no reparan en su ser. Simplemente lo traspasan, como un rayo de luz que atraviesa el vidrio de la empañada ventana en la mañana invernal. Sonríe sin fuerzas ya, cansado de fingir que nada le preocupa, que lo que le suceda le da igual. Sacude las gotas de rocío que reposan sobre su chaqueta con un leve movimiento de la mano, mira alrededor, vislumbra una tenue figura al otro lado de la calle.

Reconoce en ella otra vagabunda alma a la que el destino le ha deparado su mismo fin. Decide desafiar a la suerte que nunca se ha puesto de su lado, a esa que parecía aguardar el momento oportuno para estrecharle entre sus brazos. Cruza la carretera sin hacer caso al sonido del claxon que por primera vez le demuestran que su cuerpo no es una simple masa invisible. Camina recto, sin necesidad de esquivar cualquier vehículo. Su paso es firme y ligero, pero no denota ni un ápice de prisa, siente que tiene todo el tiempo del mundo.

Finaliza su recorrido y levanta la mirada, unos verdes ojos le contestan sin pal
abras. La contempla unos instantes, sus rosadas mejillas destacan sobre su blanca y suave piel, unos labios carnosos le hablan sin necesidad de moverse, un pelo castaño se tambalea al son del viento. Posa su mano tras la cabeza de ella, la atrae hacia el, ella rodea su cintura con los brazos, se deja llevar. Nadie les presta atención, pero les es igual, se tienen el uno al otro, ya no están solos.


SOBRE EL TEXTO

Supongo que os resultara extraño que este texto lo idease en una verbena, no solo eso, sino que con el móvil en la mano empecé a plasmar esas ideas en ese críptico lenguaje que son los SMS. La idea me vino cuando me puse a pensar en la de historias que escapan a nuestros ojos en este tipo de aglomeraciones, como puedes hacer lo que sea sin que nadie repare en ti, y con eso en la cabeza me dí cuenta de lo sola que está aveces la gente pese a estar rodeada de una multitud.

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viernes, julio 07, 2006

Cuidados del corazón

Sigo con las poesías, esta en particular tiene ya más de un año. He decidido compartirla aquí puesto que está escrita de un modo simple, con rima y métrica libres, mientras que el mensaje que transmite queda claro.


En la plaza vacía llora el niño dormido,
que riega el suelo marchito
con los diamantes del río por dolor partido.

El marrón que en sus mejillas yacía y asía
por un rumbo que no fija
por los sucios torrentes del día se desliza.

Lo que antes era luna medio partida
en arco que ya no brilla
se transformó en el momento en q sucedía

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miércoles, julio 05, 2006

Una vieja poesia


Su vida comenzó en aquel frío invierno,
teñido de nostalgias perdidas como agua,
en el que su mudo llanto retumbaba eterno
como el martillear del hierro en la fragua.

Y ahora está tendido ante mis muertos ojos,
de los que florecen diamantes por tristeza,
mientras el sol agoniza de color rojo,
en señal de su pesar, inclinando la cabeza.

Su inerte mano está ahora tendida,
sin movimiento, sola, con sus lamentos,
parece mentira que si antes el acha asía
el Amazonas temblara, permanecíendo atento.

Ahora solo me queda hacerle compañia,
verle a mi pesar ahogándose en su desdicha,
sin poder luchar como lo haría en vida
pues la muerte le arranca poco a poco su dicha.

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lunes, julio 03, 2006

Una vida prestada

Nuevamente he decidido recurrir a una de mis viejas historias, esta en particular me gusta mucho, no por como dice las cosas, sino por como expresé mis sentimientos en aquel momento, pues leyéndola recuerdo a la perfección aquellos momentos.


Permanece sentado sobre el viejo sillón, descansando sus porosos huesos. Mira las manos que se posan en sus rodillas, están agrietadas cual desierto de piedra, duras como el magma solidificado, temblorosas como el niño que visita por primera vez al dentista. Las alza despacio, sin la firmeza que las acompañaba en su juventud, se dirigen con débiles movimientos hasta el libro que duerme tumbado sobre una mesilla. Tras unos instantes de lucha contra la resistencia del aire logra alcanzar el montón de papel y tinta, lo atrae hacia el, lo deja sobre sus piernas que se hunden unos centímetros en las arenas movedizas sobre las que se apoyan por el peso de la vida que ahora sostienen.

Comienza a pasar las páginas tan rápido como su edad se lo permite, lentamente las hojas van dejando atrás a sus hermanas para reunirse nuevamente a su izquierda, como se desplaza el polvo que cubre el Sahara creando nuevas dunas. Las letras van quedando a un lado tras haber contado una parte de la historia, un mundo que da vida nuevamente a ese pobre viejo convirtiéndolo en un caballero medieval. Tiene fuerza para blandir una espada cuando no puede tomar un cuchillo a la ahora de comer, y lucha contra dragones sabiendo que no puede ni combatir con la hormiga que se pasea tranquilamente bajo su pie.

Se siente vivo nuevamente tomando prestada esa vida que le ofrecen por un momento. Sigue uniendo letras que forman palabras dando sentido a unas frases que lo sumergen en un mundo nuevo. Continua leyendo a sabiendas de que su vida terminará junto con la “N” final que compañía a todo libro.

FIN


SOBRE EL TEXTO

Cuando escribí esto hace unos meses, lo hice pensando en unos años atrás, cuando me refugiaba en los libros para no tener que mirar a la vida que me rodeaba. Ahora, por suerte, ya no me es necesario hacer eso.

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