« Home | Recuerdos del ayer »

Cuestión de números

Ya que la mayoría hemos dejado atrás esos días de selectividad recientemente veo conveniente colgar este texto ahora. Un texto que como su título ya indica habla de números.


Uno, solo uno es el vencedor de cualquier competición, dos son los que le acompañan en el podio y tres las banderas que ondean tras ellos, el resto... esos solo son eso, el resto. Competimos sobre una cancha, un terreno de barro o un circuito de coches, nos entrenamos por ser el vencedor, por ser uno más en esta insulsa vida.

Día a día nos esforzamos como el que más para destacar por encima del resto como hacen los demás, no porque así lo queramos, más bien es porque otros lo desean. Y no, no me refiero a los padres, sino a quienes dictan que es necesario un cuatro para aprobar la selectividad o quien impone un cinco como nota mínima en cada asignatura para aprobar el curso.

Vivimos atados por unos grilletes numéricos que nos mantienen en uno u otro lado de esta sociedad; los poco apreciados insuficientes, los aceptables, los notables o los sobresalientes, y porqué no, los fuera de serie a los que les otorgan una matrícula. Estos son los grupos en los que nos vemos clasificados. Los que suspenden endurecerán sus manos con la ayuda del pico y la pala, al resto los veremos pelear día a día entre ellos en su afán por destacar.

Lo curioso de todo esto es que lo aceptamos sin poner ningún tipo de pega, nos dejamos etiquetar sin quejarnos cuando alguien nos pincha con el imperdible a la hora de colgarnos una etiqueta en la que diga " NOMBRE: Pepe, NOTA: 6 , OFICIO DESIGNADO: Camarero" u otra en la que pueda leerse "NOMBRE: Juan, NOTA: 10, OFICIO DESIGNADO: Ingeniero".

Permitimos que otros decidan nuestro futuro por nosotros cuando creemos que somos dueños de nuestro destino. Y puede que nos den la opción de escoger, pero nos piden enseñar un credencial en forma de siete antes de dejarnos trabajar durante ocho horas diarias. Asi que ya sabes, si tras estudiar un mínimo de nueve asignaturas anuales logras un diez de media, siéntete afortunado, pues a partir de ese momento tendrás una acreditación que te abrirá todas las puertas que te alejan de tu vida.



SOBRE EL TEXTO

Podréis pensar que este lo escribí tras haber recibido mis notas de selectividad, pero no es el caso. La inspiración del mismo me vino un mes antes de esas temidas fechas cuando la típica disputa sobre las notas se apoderó de los integrantes de mi clase. Vista esta situación, en la que algunos de mis compañeros comenzaban a escoger carreras según sus expectativas al finalizar el curso, me decidí a crear esto que acabáis de leer.

Etiquetas:



Publicidad

Licencia