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Una vida prestada

Nuevamente he decidido recurrir a una de mis viejas historias, esta en particular me gusta mucho, no por como dice las cosas, sino por como expresé mis sentimientos en aquel momento, pues leyéndola recuerdo a la perfección aquellos momentos.


Permanece sentado sobre el viejo sillón, descansando sus porosos huesos. Mira las manos que se posan en sus rodillas, están agrietadas cual desierto de piedra, duras como el magma solidificado, temblorosas como el niño que visita por primera vez al dentista. Las alza despacio, sin la firmeza que las acompañaba en su juventud, se dirigen con débiles movimientos hasta el libro que duerme tumbado sobre una mesilla. Tras unos instantes de lucha contra la resistencia del aire logra alcanzar el montón de papel y tinta, lo atrae hacia el, lo deja sobre sus piernas que se hunden unos centímetros en las arenas movedizas sobre las que se apoyan por el peso de la vida que ahora sostienen.

Comienza a pasar las páginas tan rápido como su edad se lo permite, lentamente las hojas van dejando atrás a sus hermanas para reunirse nuevamente a su izquierda, como se desplaza el polvo que cubre el Sahara creando nuevas dunas. Las letras van quedando a un lado tras haber contado una parte de la historia, un mundo que da vida nuevamente a ese pobre viejo convirtiéndolo en un caballero medieval. Tiene fuerza para blandir una espada cuando no puede tomar un cuchillo a la ahora de comer, y lucha contra dragones sabiendo que no puede ni combatir con la hormiga que se pasea tranquilamente bajo su pie.

Se siente vivo nuevamente tomando prestada esa vida que le ofrecen por un momento. Sigue uniendo letras que forman palabras dando sentido a unas frases que lo sumergen en un mundo nuevo. Continua leyendo a sabiendas de que su vida terminará junto con la “N” final que compañía a todo libro.

FIN


SOBRE EL TEXTO

Cuando escribí esto hace unos meses, lo hice pensando en unos años atrás, cuando me refugiaba en los libros para no tener que mirar a la vida que me rodeaba. Ahora, por suerte, ya no me es necesario hacer eso.

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