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Multitud

Dejando a un lado la poesía, presento otro de esos textos cortos que tienen una larga historia que contar. Una historia muy común pero poco apreciada por la mayoría, pues pasa ante nosotros sin que lo percibamos siquiera. Espero sea de vuestro agrado.


Solo, solo entre la unánime multitud que lo rodea. Sin nadie que se fije en el, sintiendo que las miradas no reparan en su ser. Simplemente lo traspasan, como un rayo de luz que atraviesa el vidrio de la empañada ventana en la mañana invernal. Sonríe sin fuerzas ya, cansado de fingir que nada le preocupa, que lo que le suceda le da igual. Sacude las gotas de rocío que reposan sobre su chaqueta con un leve movimiento de la mano, mira alrededor, vislumbra una tenue figura al otro lado de la calle.

Reconoce en ella otra vagabunda alma a la que el destino le ha deparado su mismo fin. Decide desafiar a la suerte que nunca se ha puesto de su lado, a esa que parecía aguardar el momento oportuno para estrecharle entre sus brazos. Cruza la carretera sin hacer caso al sonido del claxon que por primera vez le demuestran que su cuerpo no es una simple masa invisible. Camina recto, sin necesidad de esquivar cualquier vehículo. Su paso es firme y ligero, pero no denota ni un ápice de prisa, siente que tiene todo el tiempo del mundo.

Finaliza su recorrido y levanta la mirada, unos verdes ojos le contestan sin pal
abras. La contempla unos instantes, sus rosadas mejillas destacan sobre su blanca y suave piel, unos labios carnosos le hablan sin necesidad de moverse, un pelo castaño se tambalea al son del viento. Posa su mano tras la cabeza de ella, la atrae hacia el, ella rodea su cintura con los brazos, se deja llevar. Nadie les presta atención, pero les es igual, se tienen el uno al otro, ya no están solos.


SOBRE EL TEXTO

Supongo que os resultara extraño que este texto lo idease en una verbena, no solo eso, sino que con el móvil en la mano empecé a plasmar esas ideas en ese críptico lenguaje que son los SMS. La idea me vino cuando me puse a pensar en la de historias que escapan a nuestros ojos en este tipo de aglomeraciones, como puedes hacer lo que sea sin que nadie repare en ti, y con eso en la cabeza me dí cuenta de lo sola que está aveces la gente pese a estar rodeada de una multitud.

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