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Día a día

Con el texto que escribí ayer y presento hoy espero regresar a una cierta continuidad entre la publicación de estas pequeñas paranoias que pasan por mi cabeza. Por el momento dejo el texto de esta semana y anuncio que la semana próxima presentaré otro más.


Cada día es hoy, no hablamos de ayer, ni de ayer ni de mañana. El ayer ya sucedió, vino, estuvo y sin un adiós su vida quebró. Nos contó su historia, describió lo sucedido, lo sentimos nacer y morir, su joven corazón dejó de latir. Apuesto a que eso nadie lo ha notado,ni siquiera recibió una palabra de despedida, pero bueno, ya es tarde para forzar lamentos de simpatía.

El mañana es nuestro gran desconocido, no lo conocemos, podemos planear como irá vestido, si de negro marchitar o con una fina túnica verde esperanza. Pero por más que deseamos controlarlo no dejamos de tropezar con un caballo salvaje e impredecible, un ejemplar precioso que vendrá galopando y se irá, lo veremos frente a nosotros pasar sin reparar en él.

Siento desvariar, regresemos a hoy, él tiene pasado, presente y futuro, él solo es una vida, un mundo en evolución a estas horas ya decreciendo. Lo siento desfallecer.

"Descansa en paz, ya eres ayer"

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